Calentar tus direcciones IP

Para los servicios de webmail (Gmail, Hotmail, Yahoo, Orange...) la dirección IP es uno de los elementos esenciales para calcular la reputación de un emisor y decidir si dejan que un correo llegue o no a su destinatario, y si lo entregan en la carpeta principal o lo clasifican al entregarlo, por ejemplo, en la carpeta de spam.

Por ello, son elementos centrales de la reputación de un emisor. La IP de envío podría compararse con las coordenadas geográficas del servidor que realiza el envío: permite identificar cualquier ordenador conectado a internet.

No obstante, esto es solo uno de los parámetros que tienen en cuenta. Por otro lado tienen en cuenta también los dominios (de envío, de redirección, de seguimiento, de alojamiento de imágenes) y el contenido del mensaje. Por ejemplo, el algoritmo de Google tiene en cuenta nada más y nada menos que 800 parámetros.

A una dirección IP que no haya enviado nunca correos se la considera neutra y su reputación está aún por construir. Por ello, es esencial demostrarles a los webmail que el tráfico que genera es legítimo y que su reputación debe ser elevada.

Esto es lo que tiene lugar durante un proceso de calentamiento (también conocido como ramp-up) bien gestionado.

Se trata de algo esencial si para tus envíos utilizas direcciones IP dedicadas.

Si para tus campañas utilizas un pool de direcciones IP compartidas de tu plataforma de envío, te beneficiarás de la reputación que ya hayan conseguido dichas direcciones, por lo que no será necesario un gran proceso de calentamiento. No obstante, dependerá de la reputación que tengan o no tus dominios.

¿Cuándo es necesario llevar a cabo un proceso de calentamiento?

En Actito, generalmente proponemos comenzar a enviar correos desde un pool de IP compartidas. Más adelante es posible que se te proponga cambiar a IP dedicadas, pero dependerá de las particularidades de tus campañas.

Este método nos facilita el trasvase a Actito de todos tus envíos sin tener que recurrir a un double run, es decir, a gestionar los envíos a la vez desde tu solución anterior y desde Actito.

Si optas por esta solución, nuestros expertos en entregabilidad se encargarán del trasvase y tú no tendrás que hacer nada.

En algunos casos, es posible que utilizar direcciones IP compartidas no sea ni siquiera una opción válida debido, por ejemplo, a razones de seguridad. En este caso, será necesario definir un plan de calentamiento que permitirá aumentar la capacidad de tus IP dedicadas y determinar la reputación que les concederán los proveedores de correo electrónico.

En la siguiente tabla encontrarás información aproximada de cuánto suele durar el calentamiento según el tamaño de la base de datos:

Tamaño de la base de datos

Duración del proceso

Menos de 50 000

De 2 a 3 semanas

De 50 000 a 100 000

5/6 semanas

De 100 000 a 250 000

7/8 semanas

De 250 000 a 500 000

8/10 semanas

De 500 000 a 1 000 000

10/12 semanas

Más de 1 000 000

12 semanas y más

Además del tamaño de tu base de datos, hay otros factores que influyen en la duración. En concreto, la calidad de los datos, el rendimiento de las campañas y la frecuencia de tus comunicaciones.

  • La calidad de los datos: en lo que respecta a las direcciones almacenadas en tu base de datos, cuanto mejores sean (es decir, cuantas menos direcciones no válidas tengas en tu base de datos), más recientes y más comprometidas, más rápido será el proceso.

  • El rendimiento de tus campañas: si habitualmente superas el 25% de tasa de apertura y el 3% de clics, el proceso podrá acelerarse.

  • La frecuencia de comunicación: la proporción de los distintos proveedores de correo electrónico entre las direcciones de tu base de datos influirá en el número de IP necesarias, pero no en la duración total del proceso.

Sopesa bien todos estos factores para decidir si el proceso debería ser más rápido o más prudente que la media.

¿Y todo esto qué significa en la práctica? 


Empezar muy poco a poco y dirigirse a los destinatarios más activos.
Hay dos reglas básicas para garantizar que el proceso de calentamiento sea eficaz:

  • Comenzar con un primer volumen de envío de 5 000 direcciones de correo electrónico. Después, ir aumentando el volumen de forma muy progresiva.

  • Comenzar por dirigirte a tus mejores destinatarios: los que cuenten con aperturas en los últimos 30 días y clics en los últimos 90 días.

Puedes excluir completamente a los destinatarios inactivos en los últimos seis meses y, claro está, a los que cancelaron su subscripción, así como a las direcciones que hayan tenido rebotes anteriormente.

Además, hay un tercer principio que debe tenerse en cuenta: hacer envíos de manera regular, distribuyéndolos de forma que estén repartidos a lo largo de los días de la semana.

Si, por ejemplo, en la primera semana tienes que enviar un mensaje a 10 000 destinatarios, contempla dividirlo en dos días y enviar 5 000 correos cada uno.

Y, sobre todo, debes evitar interrumpir el proceso una vez haya comenzado. La frecuencia de envío debe ser regular y el volumen, aumentar progresivamente. Las siguientes semanas, podrás pasar de 5 000 a 10 000 correos por día. Ve introduciendo los perfiles menos activos de forma progresiva.

Otro aspecto importante es que debemos calentar nuestras IP teniendo en cuenta todos los servicios de correo electrónico. Resulta inútil que, por ejemplo, te dirijas primero a todas tus direcciones de Gmail y, luego, a todas las de Microsoft. Al contrario, a la hora de definir el target hay que mezclar los dominios respetando su proporción en la base de datos de modo que cada uno vaya recibiendo una dosis proporcional.

Consejos adicionales:

  • Al principio, priorizar los correos de tipo editorial, con el contenido lo más atractivo posible, en lugar de correos comerciales puros.

  • No realizar campañas de adquisición por correo electrónico durante el periodo de calentamiento de las IP.

¿Cuándo sabemos que el proceso ha terminado?

Cuando hayas hecho envíos a toda tu base de datos y tus métricas sean las habituales.

Antes de comenzar, márcate objetivos de tasa de apertura y de volumen de envíos por cada webmail. Posteriormente, estos objetivos te servirán de referencia para determinar el éxito del proceso.

No sirve de nada fantasear con los resultados que te gustaría conseguir en un mundo perfecto, así que sé realista con tus objetivos.

Esto es solo un ejemplo, debes sustituir las cifras por las tuyas propias:

 

Volumen de envío previsto

Tasa de apertura prevista

Estado del último envío

Resultados observados

Orange

250.000

20%

OK

250.000

22%

Microsoft

200.000

18%

KO

100.000

15%

Yahoo

180.000

18%

OK

200.000

19%

Google

80.000

15%

KO

50.000

16%

SFR

70.000

20%

OK

80.000

20%

Free

50.000

22%

OK

50.000

24%

¿Cuál sería la conclusión que podríamos extraer del ejemplo? La situación es buena en líneas generales, aunque todavía se debe estabilizar en los casos de Yahoo y Google.

Si llevabas varios años utilizando tu anterior solución de envíos y tenías una reputación muy buena, es probable que necesites algo más de tiempo para volver a conseguir un rendimiento similar.

Es algo normal y al final tu reputación irá mejorando progresivamente.